Los baños de parafina son tratamientos que utilizan cera de parafina caliente para envolver las manos, pies u otras partes del cuerpo. La parafina se calienta a una temperatura segura y luego se aplica en capas sobre la piel, este tratamiento es conocido por sus propiedades terapéuticas y cosméticas. ¡Continúa leyendo y conócelas!
La parafina es una cera blanca y suave derivada del petróleo, destacada por su excelente capacidad para retener el calor, lo que la hace ideal para tratamientos térmicos.
Los baños con parafina son especialmente beneficiosos para personas con artritis, tendinitis y otras afecciones articulares. El calor profundo de la parafina ayuda a reducir la rigidez y el dolor, mejorando la movilidad.
El calor generado por la parafina dilata los vasos sanguíneos, lo que mejora la circulación en la zona tratada. Esto puede ayudar a acelerar la recuperación de lesiones y reducir la inflamación.
Se utilizan comúnmente en fisioterapia para tratar lesiones deportivas y otros tipos de lesiones físicas, ayudando en el proceso de recuperación y rehabilitación.
Ayudan a relajar los músculos tensos, proporcionando un alivio significativo para el estrés y la tensión muscular.
La parafina crea una barrera que retiene la humedad en la piel, proporcionando una hidratación profunda. Esto es especialmente útil para manos y pies secos o agrietados, dejándolos suaves y tersos.
El tratamiento ayuda a eliminar las células muertas de la piel, mejorando su textura y dejándola más lisa y radiante.
La hidratación profunda y la mejora en la circulación pueden contribuir a la reducción de líneas finas y arrugas, manteniendo la piel con un aspecto más joven.
La piel bien hidratada y suave es una excelente base para otros tratamientos de belleza, como manicuras y pedicuras, permitiendo una mejor absorción de cremas y productos cosméticos.
Coloca la cera de parafina en calentador y derrítela completamente a una temperatura óptima para evitar quemaduras (aproximadamente 50°C o 122°F).
Añadir aceite esencial (opcional): si deseas puedes añadir unas gotas de tu aceite esencial favorito a la cera derretida para un aroma agradable y beneficios adicionales para la piel.
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Lava bien las manos, pies u otra área a tratar con agua tibia y jabón y sécala completamente.
Sumerge lentamente la parte del cuerpo a tratar en la cera derretida. Mantenla sumergida durante unos segundos y luego retírala. Repite la inmersión de 3 a 5 veces, permitiendo que la parafina se solidifique ligeramente entre cada una. Esto formará varias capas de cera en la piel.
Después de aplicar la última capa de parafina, cubre la parte tratada con una bolsa de plástico o envoltura plástica para mantener el calor.
Finalmente, envuelve la zona en toallas para mantener el calor por más tiempo y deja la parafina en su lugar durante 15-20 minutos para permitir que el calor penetre profundamente en la piel y las articulaciones.
Retira cuidadosamente la envoltura plástica y las capas de parafina de la piel. La cera debería desprenderse fácilmente.
Limpia cualquier residuo de parafina con una toalla suave y aplica una crema hidratante.
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